sábado, 21 de abril de 2012

HOYA DE HUESCA

La capital oscense es también la capital de esta comarca situada en el corazón de la provincia. Hoya, sierra y estepa se dan la mano en este territorio en el que se encuentran algunos de los monumentos y espacios más reseñables de la provincia, como el castillo de Loarre , la Colegiata de Bolea o los Mallos de Riglos. Se trata de una comarca accesible por la proximidad geográfica de sus principales destinos, que se pueden visitar en un radio de unos treinta minutos en coche

ALOJAMIENTOS PERTENECIENTES A TURAL



Comarca de la Hoya de Huesca


Castillo de Loarre:
En las cercanías del pueblo de Loarre, a 1071 metros de altura y a sólo 30 km de Huesca se encuentra este majestuoso recinto fortificado considerado como el castillo románico mejor conservado de Europa. Levantado sobre un espolón rocoso está formado por diversas edificaciones, la mayoría en buen estado de conservación, entre las que podemos ver las murallas y torreones, la fortaleza, la torre del homenaje o el mirador de la reina (con espléndidas vistas sobre la sierra y los llanos que se abren a sus pies), además de otras dependencias de origen monástico, como la iglesia o la cripta.

Construido en el siglo XI resultó ser pieza clave para el rey Sancho III el Mayor en la reconquista cristiana de esta Tierra Llana o Plana (de ahí el nombre de Plana de Uesca) a los musulmanes. Durante el periodo altomedieval el castillo de Loarre, junto con el próximo de Marcuello, ostentaban una importancia estratégica fundamental dentro del sistema defensivo aragonés, frente a la férrea posición musulmana de Bolea.

Su belleza, singularidad, buena conservación y excelente ubicación han hecho que resultara elegido en numerosas ocasiones como escenario de películas y documentales, algunas tan universales como “El Reino de los Cielos” dirigida por Ridley Scott


Los Mallos de Riglos:
Espectaculares a la vista e inmejorables para la práctica de la escalada son estas grandes paredes verticales o redondeadas formadas por rocas o conglomerados, que aquí se denominan “mallos” y que son característicos de la Hoya de Huesca.

Algunos, tal y como habrás visto en atractivas imágenes, presentan colores rojizos debido a los materiales ferruginosos que contienen, que se acentúan al atardecer.

Una visita a los Mallos de Riglos, Vadiello y Agüero, así como al Salto de Roldán te permitirá observar aves rapaces, disfrutar de la naturaleza en perfecto estado de conservación, practicar escalada y relajar la vista con un espectáculo único.


Colegiata de Santa María de Bolea:
Bolea está situada sobre un promontorio que irrumpe en el paisaje y domina el llano, luce en su punto más elevado la Colegiata de Santa María. Apiñadas a su alrededor una vista sosegada de las casas que se multiplican por la vertiente de la ladera posterior mirando al pico de Gratal, Bolea deja entrever en un paseo por sus calles su rica historia. Fue posesión romana, denominada entonces, 'Calagurris Fibularia' y posesión musulmana, llamada la 'Buluya' hasta que el rey Pedro I en el año de 1101 la incorpora al reino cristiano de Aragón.

La colegiata se construyó por Pedro de Irazábal entre 1541 y 1559. El edificio actual fue construido sobre el antiguo templo románico del siglo XII, del que se conserva la cripta bajo el presbiterio, el muro de cabecera y la torre campanario. Posee tres naves separadas por un variado repertorio de pilares fasciculados de capillas del siglo XII provenientes de un antiguo castillo fortaleza árabe, resultando todo el templo de la misma altura y dando un efecto luminoso y diáfano que sorprende gratamente.

Pero la joya más valiosa de este templo es el retablo del altar mayor. Una obra maestra que combina escultura y pintura del XVI (1490 y 1503), en gótico mudéjar, perteneciendo al anterior templo. Se compone de 20 tablas pintadas al temple y 57 tallas en madera policromada, de ciprés, nogal cerezo y pino de Flandes. Destacan las pinturas realizadas por el conocido como Maestro de Bolea. Bolea, que presenta importantes novedades en el arte pictórico español de la época provenientes de influencias flamencas e italianas, como la expresión del sentimiento de los personajes, el dominio del espacio y de la perspectiva, la iluminación o el sombreado. Resulta especialmente excepcional el colorido, en amplia gama de rojos y verdes, totalmente original.

Además de otros muchos retablos que atesora el templo, es inevitable detener la vista en la panorámica de la Hoya que desde allí se tiene, dejando que la historia se acerque a nuestros ojos, restos del pasado romano y árabe de estas tierras sobre los que sucesivas generaciones levantaron otras construcciones
Ver ALOJAMIENTOS DE TURAL en un mapa más grande
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